Cuando hablo de conciencia corporal, me refiero a prestar atención a tu cuerpo. Ten curiosidad: ¿cómo te sientes ahora, estás sentado, de pie o caminando? ¿Te sientes fresco y ligero, pesado y agotado, estresado y nervioso, o no lo sabes?
¿Qué significa que no lo sabes? ¿Significa que estabas pensando en otra cosa, que te aburrías, que no podías concentrarte o que estabas en modo de piloto automático?
Esto nos ocurre muy a menudo. Hacemos algo y al mismo tiempo pensamos en otra cosa. Puede que estés preocupado por el futuro o que sigas ocupado con lo que ocurrió en el pasado. Esto te mantiene atrapado en otro lugar que no es el aquí y el ahora.
En el aquí y ahora, estás presente. Puedes enfocarte en lo que quieres, concentrarte en lo que es importante para ti y seguir lo que dijiste que ibas a hacer. Puedes hablar con otra persona sin distraerte. Estás libre de estrés. Puedes relajarte.
Una clienta describe su experiencia en las sesiones así:
«Conocer a Valerie y asistir a sus sesiones me ha ayudado a aprender a relajarme escuchando a mi cuerpo. Reconocer cuando está en tensión, saber parar, descansar, y a través de ejercicios sentir un bienestar.
Me ha ayudado a conectar mente y cuerpo de una forma que desconocía. No es un camino fácil cuando siempre has caminado sin tener en cuenta esta conexión, siempre bajo tensión sin parar. Ahora es el momento de crear hábitos que me ayuden a disfrutar de la tranquilidad del momento»
Te invito a una pequeña práctica. A ver cómo te sientes después.
(Foto: kal-visuals-aK4iPNYipnU-unsplash)